3.1.1.2. Marcadores de objeto
En la lengua de signos española (LSE), los verbos de concordancia marcan la concordancia con el sujeto y el objeto mediante la dirección del movimiento y/o en la orientación de las manos.
En los verbos de concordancia transitivos, es decir, que se construyen con un objeto y que muestran dos puntos de articulación en el espacio sígnico relacionados por un movimiento, el objeto se indica por el punto final, como se muestra en (1).
Si el objeto es de primera persona, el movimiento del verbo termina en el cuerpo de la persona signante (o muy cerca), como en (2).
Cuando el objeto es de primera persona y el verbo es simple (es decir, no varía su forma manual), la concordancia se codifica a través del orden de los elementos (pronombres o nombres) o con el signo AUX. En el ejemplo (3), el orden de los pronombres indican quién es el objeto y el sujeto.
Como se ve en (4) y (5), hay verbos que muestran la concordancia del objeto cambiando solo la orientación de la mano.
En LSE existen verbos transitivos, como RESPETAR, que aparentemente solo permiten la concordancia de objeto (Herrero Blanco, 2009, p. 277). Esto suele ocurrir con verbos en los que el punto de inicio del movimiento implica contacto con el cuerpo. El movimiento de RESPETAR comienza en la frente de la persona que signa. El punto final del movimiento puede variar según la ubicación del objeto. El sujeto, en cambio, se suele expresar mediante un sustantivo o pronombre explícito, como en (6):
Sin embargo, como se mencionó en la sección de marcadores de sujeto, los componentes no manuales pueden indicar también el sujeto incluso en estos verbos que marcan el objeto de forma manual. Así, una inclinación del cuerpo hacia la posición del espacio sígnico donde se ha ubicado el sujeto, orientando el cuerpo y la dirección del verbo hacia el objeto permitiría marcar tanto objeto como sujeto. Este recurso se usa también durante el cambio de rol.
En (7), la signante inclina su cuerpo hacia la derecha, donde se ubica el sujeto, y desde ahí orienta su cuerpo hacia la interlocutora (el objeto, tú) y articula el verbo RESPETAR hacia el objeto.
En LSE hay verbos transitivos en los que se da concordancia de argumento único (Costello, 2016), puesto que su punto de articulación en el espacio sígnico concuerda con el objeto.
En (8) el verbo se articula en el lugar asociado al objeto (televisor)
Opcionalmente, componentes no manuales de la LSE, como la mirada y/o el movimiento de los hombros y/o la inclinación de la cabeza pueden estar vinculados a la concordancia manual. En (9) y (10), la mirada de la persona signante se dirige hacia el objeto.
Los verbos de concordancia ditransitivos, es decir, que se construyen con dos objetos, y que tienen dos puntos de articulación en el espacio sígnico, suelen mostrar concordancia con el sujeto y uno de los objetos. Este objeto se corresponde con la ubicación final del movimiento del verbo y suele tener valor de destinatario (similar al objeto indirecto en castellano), como en (11).
Los verbos ditransitivos también pueden mostrar concordancia con sus tres argumentos: sujeto y dos objetos. En estos casos, un objeto (que corresponde con el objeto directo en castellano) se indica con la configuración de la mano del verbo (Herrero Blanco, 2009, p. 280), mientras que la ubicación final del movimiento concuerda con el otro objeto (que, de nuevo, tiene valor de destinatario y corresponde con el objeto indirecto en castellano), como se muestra en (12).
La incorporación de estas configuraciones manuales en el verbo (que representan clasificadores predicativos) permite que algunos verbos simples, que generalmente no muestran una concordancia explícita con sus argumentos, como COMER, muestren concordancia con su objeto en construcciones transitivas.
En (13), el verbo simple COMER se representa a través de un clasificador predicativo. La forma de la mano del clasificador muestra la concordancia con el objeto (pizza).
En los verbos inversos, el marcador de objeto corresponde al punto de inicio del movimiento en el espacio, mientras que el punto final marca el sujeto.
En (14), el verbo ELEGIR empieza en el lugar correspondiente al objeto (María).
Costello, B. y Villameriel García, S. (2025). Morfología: la flexión verbal: concordancia: marcadores de persona y de lugar: marcadores de objeto. En S. Villameriel García (Ed.), Gramática de la Lengua de Signos Española (GramLSE) / Grammar of Spanish Sign Language (GramLSE). Real Patronato sobre Discapacidad-Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española. Recuperado el dd de mes de aaaa de https://cnlse.es/es/recursos/gramlse/indice/morfologia/capitulo-3-la-flexion-verbal/3-1-concordancia/3-1-1-marcadores-de-persona-y-de-lugar/3-1-1-2-marcadores-de-objeto