3.1. Concordancia
Como hemos visto en la presentación del capítulo, la concordancia es una relación entre dos (o más) elementos para expresar la misma información.
En lengua de signos española (LSE) hay concordancia de número, persona y espacial. La concordancia se marca modificando el verbo y/o utilizando algún auxiliar de concordancia.
Cuando se modifica el verbo, cambian uno o más de sus parámetros, como el lugar donde se articula, la dirección de su movimiento y su configuración (forma de la mano y orientación).
Sin embargo, no todos los verbos de la LSE se modifican para mostrar concordancia. Por ejemplo, el verbo GUSTAR no cambia. Estos verbos que no modifican su forma manual se denominan verbos simples (o planos).
Tanto en (1) como en (2) el verbo GUSTAR no se ha modificado, aunque en cada una el sujeto y el objeto sean diferentes.
En este tipo de verbos, la concordancia se puede marcar utilizando otros mecanismos, como el uso del signo auxiliar de concordancia AUX.
La dirección del movimiento de AUX en (3) aclara quién es el sujeto (yo) y quién el objeto de AMAR (tú).
AUX también se puede usar en enunciados con verbos que, aunque admiten flexión, no se han modificado. Así, es posible modificar el verbo o usar otro mecanismo (como el signo auxiliar de concordancia). También pueden usarse ambos mecanismos en el mismo enunciado: flexión y signo auxiliar de concordancia AUX.
(4), (5) y (6) son gramaticalmente correctas. En (4) el verbo EXPLICAR se ha modificado para concordar, en (5) el verbo no ha cambiado y se ha usado el auxiliar, y en (6) se ha modificado el verbo y se ha usado AUX.
Por tanto, una característica de la concordancia espacial en LSE es que no es obligatorio modificar los verbos (Costello, 2016).
En los verbos que muestran dos argumentos, la concordancia se puede marcar a través de la dirección del movimiento entre dos lugares, cada uno asociado a un argumento. Algunos verbos, además de la dirección, utilizan la orientación de la palma o de los dedos de la mano para marcar los argumentos, como en (4). Como veremos en posteriores subsecciones, también hay verbos que muestran los argumentos únicamente a través de la orientación, sin cambio de dirección de movimiento. Este tipo de verbos que requieren dos argumentos para que se dé la concordancia, tradicionalmente se han llamado direccionales, y son transitivos o ditransitivos (Herrero Blanco, 2009, p. 282) Los verbos transitivos se construyen con un objeto, mientras que los verbos ditransitivos se construyen con dos objetos.
En esta sección de la GramLSE, describimos principalmente la concordancia manual, aunque hay componentes no manuales, como la posición del tronco, la cabeza y la mirada, que pueden acompañar o sustituir estas concordancias (Herrero Blanco, 2009, pp. 88-89, 274).
En (7), adaptado de Herrero Blanco (2009, p. 89), la mirada y la dirección de la cabeza señalan concordancia con el objeto.
Costello, B. y Villameriel García, S. (2025). Morfología: la flexión verbal: concordancia. En S. Villameriel García (Ed.), Gramática de la Lengua de Signos Española (GramLSE) / Grammar of Spanish Sign Language (GramLSE). Real Patronato sobre Discapacidad-Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española. Recuperado el dd de mes de aaaa de https://cnlse.es/es/recursos/gramlse/indice/morfologia/capitulo-3-la-flexion-verbal/3-1-concordancia/