3.1.1.1. Marcadores de sujeto
La persona en lengua de signos española (LSE) se representa en el espacio sígnico.
- la primera persona coincide con un punto de articulación cerca o en el cuerpo de la persona signante,
- la segunda persona se asocia con el lugar donde está la persona interlocutora,
- la tercera persona corresponde a un punto del espacio sígnico distinto al de la signante y al de la interlocutora.
Si un referente está presente en la conversación, su referencia espacial corresponde a su posición real. Si un referente no está presente, la signante elige una ubicación específica dentro del espacio sígnico para representarlo.
Una forma de indicar la persona en el discurso signado es usar pronombres. La persona también puede identificarse modificando algunas características fonológicas del verbo al realizarlo en el lugar asociado al argumento y/o modificar su movimiento para marcar la concordancia.
Hay verbos intransitivos (no requieren objeto) de la LSE que pueden concordar con el sujeto al articularse en el lugar asociado con ese argumento. Este fenómeno se conoce como concordancia de argumento único, puesto que el verbo marca un solo argumento al articularse en el lugar asociado a ese argumento (Costello, 2016), como se muestra en (1) y (2).
En LSE, los verbos simples transitivos (se construyen con un objeto) o ditransitivos (se construyen con dos objetos), no cambian en el espacio para mostrar concordancia con su(s) argumento(s). Sin embargo, la posición del sujeto y/o objeto puede ser marcada opcionalmente de forma no manual, inclinando la cabeza o el cuerpo mientras se signa el verbo, estableciendo así una concordancia no manual.
En (3) la persona signante indica de forma no manual la posición del sujeto (María) y del objeto (Luis) al inclinar su cuerpo hacia la posición del espacio sígnico donde el sujeto ha sido ubicado previamente y orientar su cuerpo en la dirección del objeto. Esta forma de marcar el sujeto se relaciona con el cambio de rol, que se aborda en las áreas de sintaxis, semántica y pragmática de la GramLSE. Como indicamos en la sección anterior, también es posible usar el signo AUX para marcar la concordancia en los verbos de la LSE, como en (4)
En LSE, los verbos de concordancia transitivos o ditransitivos se modifican para marcar su concordancia con alguno(s) de sus argumentos. Estos verbos concuerdan con el sujeto y/o el objeto ajustando la dirección del movimiento y/o la orientación de la palma y/o los dedos. El movimiento del verbo comienza en el lugar asociado con el sujeto y termina en el lugar asociado con el objeto.
Cuando un verbo transitivo, es decir, que se construye con un objeto, se inicia en el cuerpo, puede o no concordar con el sujeto. AVISAR es un verbo que comienza en el cuerpo, pero incluso cuando el sujeto no es de primera persona, es posible indicar la concordancia de sujeto. Observa los siguientes ejemplos:
En (5), aunque el pronombre se ha omitido, el sujeto es la primera persona yo. El movimiento del signo empieza en la barbilla de la persona signante y termina en el lugar correspondiente al objeto, la interlocutora (tú). En (6), el sujeto es tú y el objeto es ella. Aunque en este caso el verbo se inicia en la barbilla de la signante, se dirige al lugar del sujeto (tú) antes de moverse al lugar del objeto (ella).
En LSE hay verbos que no se inician en cuerpo de la persona signante y que concuerdan con dos argumentos: sujeto y objeto (Herrero Blanco, 2009, pp. 278-280).
En (7), la dirección del movimiento de EXPLICAR y la orientación de la punta de los dedos indican quién es el sujeto (María) y quién el objeto (Luis).
Dentro de los verbos de concordancia, existe un subgrupo conocido como verbos inversos (o invertidos o retrodireccionales). En estos, el movimiento comienza en el lugar asociado con el objeto y termina en el asociado con el sujeto.
En (8) y (9), el verbo comienza en el lugar asociado con el objeto, tú y yo respectivamente, y termina en el lugar asociado con el sujeto, yo en (8) y tú en (9). Por lo tanto, independientemente de que la dirección del verbo ENTENDER sea invertida, la orientación de la palma se dirige hacia el objeto.
Sin embargo, no todos los verbos inversos marcan la concordancia con la orientación de la palma o los dedos. El signo transitivo INVITAR, por ejemplo, solo cambia la dirección de movimiento desde el lugar asociado con el objeto hacia el lugar asociado con el sujeto, como puede verse en (10) y (11).
Costello, B. y Villameriel García, S. (2025). Morfología: la flexión verbal: concordancia: marcadores de persona y de lugar: marcadores de sujeto. En S. Villameriel García (Ed.), Gramática de la Lengua de Signos Española (GramLSE) / Grammar of Spanish Sign Language (GramLSE). Real Patronato sobre Discapacidad-Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos Española. Recuperado el dd de mes de aaaa de https://cnlse.es/es/recursos/gramlse/indice/morfologia/capitulo-3-la-flexion-verbal/3-1-concordancia/3-1-1-marcadores-de-persona-y-de-lugar/3-1-1-1-marcadores-de-sujeto/