Cine en otras lenguas de signos

David Ellington (2018)

Este corto documental muestra a al alumnado y estudiantes de Elmfield, al profesorado y a la familia, quienes exponen la idea de que la poesía creativa es enseñada por poetas y artistas sordos/as y oyentes.

Cristina Isoli y Giacomo Mantovani (2018)

Un encuentro casual en un semáforo se convierte en una amistad inesperada entre un músico underground y una chica sorda que sueña con ser piloto.

Martina Bell (2018)

Un sordo pasa una noche inesperada con sus amigos después de que un cigarrillo salió mal, pero puede que encuentre el amor entre los locos acontecimientos.

Lucy Jordan (2018)

Una niña se queda sorda como resultado de un accidente en coche que su maestra causó.

John Krasinski (2018)

Evelyn y Lee Abbott son una pareja con tres hijos que vive una granja aislada de toda civilización al norte de Nueva York. Esta familia ha sobrevivido durante meses en un mundo invadido y amenazado por mortales criaturas extraterrestres que se guían por el sonido para cazar. En este contexto en el que una palabra puede significar la muerte, la familia Abbott vive silenciosamente, andan descalzos y se comunican por medio de la lengua de signos.

Shoshannah Stern y Josh Feldman (2018)

Kate y Michael son personas sordas en la serie y en la vida real, así que la serie también incluye algunos sketches que les ocurren en su vida cotidiana con personas oyentes.

Jorge Sosa Martínez (2018)

Damián, Roberto y Marlenne son tres grandes amigos que se encuentran en una divertida travesía para llegar a la Universidad.

Touacha Her (2017)

Esta es la historia de una niña sorda que ha sido acosada escolarmente hasta el punto de estar completamente destrozada y decide suicidarse. Un estudiante trabajador la ve y ahora tiene que intentar salvar su vida.

Edgar Murillo (2017)

El amor tiene diferentes formas de expresarse... ¿cuál es la tuya?

Ronit Meranda (2017)

Lucy y Johanna están de luna de miel. Johanna es parcialmente sorda, y Lucy sorda profunda. Llegan a un Bed & Breakfast donde son recibidos por una malhumorada casera. Ambas están molestas con su comportamiento, aunque en diferente grado. La naturaleza de la lengua de signos les permite no tener que pelearse en público. Un desacuerdo aparentemente insignificante se convierte en un argumento hiriente.